The Whitest Boy Alive, poseedores de un carisma y fuerza en el escenario que lograron que en los primeros 15 minutos sudáramos y bailáramos sin tener deseos de parar. Tercera vez en México de la banda y mi primera vez en verlos.
Regresaron pese a los inconvenientes del año pasado, si, un “súper fan” le quitó los lentes al vocalista y ¡adiós concierto!
Sus canciones no duran en promedio más de 5 minutos, sin embargo ese día, cada una de ellas, fueron en verdad duraderas además de ser garantía de bailar y disfrutar. Tocaron el primer disco casi en su totalidad, comenzaron con Golden Cage y poco a poco las favoritas de muchos, Fireworks, Don´t give up, la conocida hasta el cansancio Burning, Courage de las más coreadas.
Al final todos quedamos satisfechos, la banda y nosotros, aun más.
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